Primavera.
A continuación les envío dos cuentos de mi autoría con el género de suspenso.
Entrañas de la Tierra
Me llevan contra mi voluntad. Encapuchado, mis ojos miraban la oscuridad mientras el resto sucedía, en contra mi voluntad. Los sucesos transcurrían pero mi percepción del tiempo se había detenido. Suceden estos hechos por pensar distinto. Mis manos estaban juntas, apretando mi cordón de esperanza. Uno de ellos me condujo y yo tórpemente bajaba las escaleras. Mis pies danzaban descalzos buscando un suelo. Al llegar, el olor era nauseabundo. El que me acompañaba me desencapuchó y me encerró en un calabozo. El lugar estaba repleto de descomposición. Las paredes, el techo, los barrotes, el piso. El techo alto, de unos cinco metros. A la derecha, una ventana de un metro por uno, entraba una pequeña e imperceptible luz tenue del atardecer. Todo el escenario era iluminado por una vela consumida y amontonada en un rincón. Ese lugar era la propia muerte, la tumba de mi destino. Me encontraba sólo en medio de ese bodrio. Pensar que dormiría en el suelo. Las propias miserias se encontraban ahí, sin ningún pudor. Y al observarlas, la realidad me llevó a mi propia honestidad. No podíamos dejar de vernos a los ojos con la muerte. Y en ese instante, supe que para salir de ahí, tenía que ingresar adentro mío. En un lugar obscuro y molesto, la única luz que debía brillar, sólo yo podía encenderla. Mi única salida de ese lugar, era entrando en mí mismo, dónde se oculta lo íntimo[..]