En todo orden de relaciones humanas, la compatibilidad de caracteres y la obtención de un clima adecuado permiten que las cosas avancen en una dirección correcta y no hacia el plano enfermizo y la consecuente ruptura. No obstante, cuando el centro de las comunicaciones se basa en plataformas de larga distancia y donde
no hay un contacto cara a cara, las cosas suelen ser algo más complejas de lo que parecen a simple vista. Esto sucede a menudo en el mundo de los freelancers y en la manera en que desempeñan sus trabajos, donde los clientes no siempre son del total agrado pero que, a pesar de ello, se debe llevar una buena relación si lo que se quiere es mantener el trabajo y no quebrar el vínculo.
Priorizar necesidades
Si el cliente es muy complicado y dentro de la escala de prioridades está en primer lugar la salud mental y emocional, probablemente sea conveniente
desechar el trabajo con este cliente y asunto solucionado. Sin embargo, si a pesar de lo difícil que sea tratar con este cliente lo principal sea percibir el ingreso económico que nos deja el trabajo que realizamos con él, entonces resulta preciso flexibilizar un poco las cosas y analizar desde qué plano abordaremos para lograr una mejora en las relaciones. Para ello, existen una serie de tips que pueden ayudar a que esta relación laboral tome un mejor color y así resulte más amigable la comunicación con los clientes complicados:
Canales de comunicación
Cuando se trata de relaciones laborales a distancia, la comunicación se limita casi exclusivamente al plano telefónico y a las numerosas plataformas que nos ofrece la web para entablar conversaciones entre diferentes lugares geográficos. Sin embargo, si vemos que, por ejemplo, los correos electrónicos no entregan la garantía de que se entienda lo que queremos decir o que el WhatsApp resulta demasiado simple para lo complejo de los temas que se deben tratar, ¿por qué no
atreverse con Skype o un programa similar? Recuerda que los gestos son parte importante de la comunicación y que un emoticono jamás reemplazará al lenguaje no hablado.
Empatía
Aunque muchas personas sueñen con encontrar a su “media naranja” o a ese ser que comprende todo lo que decimos sin la necesidad de decirlo todo, lo cierto es que los temperamentos y los esquemas mentales son siempre más sorpresivos de lo que deseamos. Y en el plano laboral, con mayor razón debemos estar expuestos a que encontremos clientes con los cuales es difícil congeniar o con quienes sea mucho más complicada la comunicación. Muchas veces debemos extremar recursos psicológicos y emocionales y, de esta manera, explotar la empatía. Ponernos en el lugar del otro y, desde este punto de vista,
analizar lo que la otra persona piensa o siente es fundamental si se desea llevar una buena relación laboral y que esta progrese en el tiempo.
Claridad en los mensajes
En una sociedad donde comunicarnos con personas de todo el mundo es tan sencillo como hacer un clic en la computadora y donde, más encima, es posible entablar relaciones laborales con ellos, debemos tener claro que
existen diferencias culturales que siempre estarán presentes. No importa si compartimos el mismo idioma o si el huso horario es el mismo: la base cultural puede hacer que un mensaje sea comprendido de una manera muy diferente en dos partes del mundo.
Asegurarnos de que estas barreras culturales no actúen como
distorsionadores de la comunicación y así cada mensaje adquiera el mismo significado con el cual fue emitido es esencial en el trabajo de un freelancer. Y esto, lejos de ser algo sencillo, implica pasar por alto ciertos detalles y elegir siempre la supervivencia de la relación antes del quiebre… como en todo tipo de relaciones.
